“Yo realmente no quiero pensar en ello y, también los médicos me dijeron que la WWE nunca me daría la autorización para hacerlo. No va a cambiar. Mi columna se está reduciendo. Así que si siguiese adelante, acabaría necesitando cirugía, lo que debilitaría aún más el cuello, lo que sin duda me impide nunca hacerlo de nuevo.
Lo que los médicos me dijeron es que no se me va a quitar. Ahora, creo que Austin tiene lo mismo que yo. Así que volviendo tienes que pasar todas esas cosas y, si no puedes pasarlas, no se quita. No es una cuestión de: ‘¡Ah, bueno, tal vez uno más!’. Bueno, quizás alguna más, si se quita. Muy bien, pero me dijeron que nunca se me quitará.